viernes, 11 de marzo de 2011

Capacitación en comunicación y manejo de conflictos Rolf Arnold/Beatrice Arnold-Haeck



“Comunicación quiere decir tener que ver
con más posibilidades de las que se pueden vencer
y tener que vérselas con restricciones
que tienen facetas inesperadas”
(Baecker 2007, p. 8).


Comunicación y clases.

Todo comportamiento es parte de un proceso comunicativo. Pero este proceso comunicativo está siempre ya en funcionamiento y no comienza cuando aparecemos. Los alumnos y las alumnas vienen de hogares paternos y maternos y ambientes en que se comunican unos con otros. Estos jóvenes ingresan al espacio de experiencias de los centros educativos y se encuentran allí con las desde siempre típicas formas de hablar unos con otros («conversaciones de clase») como rutinas – en cierto modo prefabricadas – en las que deben integrarse. También a los y las docentes el centro educativo se les presenta como una comunicación que ya está en funcionamiento, dentro de la cual fueron socializados y de cuya perduración participan con su propia acción comunicativa.

La comunicación sólo «pertenece» a los y las docentes de forma muy limitada porque su objetivo primordial no es la sola expresión de sus necesidades de informar a otros u otras, ni la forma de transmisión de informaciones, ni tampoco el logro de un consenso. Estamos unidos a través de la comunicación. A través de la comunicación surge la comunidad y la sociedad en que se pelea por adjudicaciones de sentido que nos sean comunes, como si un
verdadero consenso fuera alcanzable. Pero este no se puede alcanzar porque entonces la comunicación quedaría paralizada y el sistema social perdería sus medios de unión – según el sagaz análisis de Niklas Luhmann. Sus trabajos nos han puesto ante los ojos claramente que la característica constitutiva de la sociedad es la lucha comunicativa por consenso, no el consenso en sí mismo (cf. Luhmann 2002, pp. 288 y ss).


Comunicación es la materia de la que se componen los sistemas sociales. Al introducirnos en las formas de comunicación establecidas nos convertimos en socios y socias de un sistema y participamos de su esfuerzo continuo por la aclaración y actualización de signifi-cados.
Para los sistémicos esto quiere decir que la comunicación es aquello que se debe fomentar y conservar, no el tener la razón y saberlo todo en la comunicación en sí misma. Conocen las limitaciones de sus propias interpretaciones y por eso se preocupan menos por dar consejos que por iniciar procesos de auto-aclaración («movimientos de búsqueda»).
pedagógica es acción comunicativa. Los y las docentes exponen sus clases y sus intervenciones educativas: explican, atienden preguntas, advierten, responden, dan instrucciones, etc. y para ello en todo momento se mueven en un contexto de comunicación complejo. No sólo se comunican en el diálogo con alumnos o alumnas individuales, sino a menudo de forma multi-lógica con el grupo en su totalidad. En esto la llamada conversación en clase caracteriza la forma de comunicación preponderante que mayoritariamente – al menos por fases – es un monólogo, más que un diálogo o multílogo.
La competencia comunicativa es una competencia profesional central para los y las docentes. Esto significa que deben estar al tanto de sus características, así como de los efectos secundarios deseados y no deseados. No pueden comunicarse simplemente como les dé la gana, sino que tienen que esforzarse permanentemente por ayudar al otro y por comunicarse fomentando el desarrollo. Es importante que ellos y ellas comprendan que es a través de su forma de comunicación como se construyen y configuran relaciones, y que es en el intercambio de los alumnos y las alumnas con el o la docente, así como en la comunicación en los grupos de aprendizaje como se vive la auto-efectividad y se fortalece (o se debilita) la personalidad.